el Gato y yo nos hemos puesto a coser.
Como ya saben estamos obsesionados con la inmensa cantidad de telas qué se ha ido acumulando durante los últimos...30?!...años y que nos impide sentirnos bien con nosotros mismos.
Así que nos hemos puesto manos y patas a la obra y aquí podéis admirar el primer producto de una serie de colchas que tenemos en mente para coser.
Los vientos Alisios
éste es su nombre y en seguida veis el porqué
la base de la selección ha sido ésta tela que había utilizado allá por el año 93 del siglo pasado para decorar una casa piloto en el sur de Francia. Me quedaba una minúscula cantidad, suficiente para que impregnara al resto de la colcha su carácter sobrio marítimo.
Como el relleno es bastante fino y ligero la colcha sirve tanto en invierno como en verano cuando la utilizo con solo una sabana debajo. Contiene todos los colores que me gusta ver en mi dormitorio: azules, blancos, beige y algo de negro como contraste
Todas las telas son restos de otros proyectos y/o ropa antigua desechada. Hay partes de un quimono original japonés, una blusa blanca, una funda de edredón vieja, una camisa de mi chico y hasta un mantel de mi difunta abuela. O sea, están cargados de recuerdos y emociones que nos van a arropar en las frescas noches del invierno que está ya anunciándose.
La verdad es qué el resultado me gusta muchísimo y estoy muy motivada para seguir con éste tipo de proyectos. Todavía no se nota a penas hueco en mis cajones pero pienso que ya se cierran con mas facilidad que antes cuando tenia que apretar para cerrarlos.
Así que vamos a descansar un poquito para luego enfocar con mas animo la segunda colcha que será un regalo para una amiga. Navidad y Reyes están a la vuelta de la esquina!